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jueves, 6 de junio de 2013

Historieta ^^ (I)

Va caminando como siempre, escuchando música con los auriculares, cantando en voz alta, no le importa quien la mire, quien la oiga, quien se espante por su personalidad. Justo en el momento de más interés de la canción nota unos toques en el hombro, se gira para ver quien se ha atrevido a interrumpirla y se encuentra con sus ojos. Mira sus labios que se mueven diciendo algo pero ella no le escucha, sigue con los auriculares y la música sonando a todo volumen. Se los quita.
―Perdona ¿qué? No escucho nada con esto puesto.
―Decía que un día de estos te va a pillar un coche por estar siempre con los auriculares y sin prestar atención a lo que te rodea ―dice riéndose a carcajadas― y sabes que tengo razón.
―Si, ya, claro, lo que tú digas. ―Dice mientras sigue andando y se pone de nuevo los auriculares algo molesta.
―Eh! espera, espera, no te he interrumpido en tu hobby favorito por nada, ―dice quitándole los auriculares― necesito tu consejo para algo...
―Ay no, a ver, ¿quién es esta vez? Alicia, Mildred, Susana o quizá Martina.
―Venga no te burles de mí, sabes que soy irresistible ―Lo decía ironicamente, y eso, era lo peor, porque era verdad, era el chico más atractivo de toda la ciudad, y por supuesto tenia a todas las chicas coladitas detrás de él. Aunque rara vez se daba cuenta de ello. Parecía ciego en esos tena, creía estas maldito en cuanto a las mujeres, ya que sus relaciones siempre, y digo SIEMPRE, acababan mal.
Ella le miró y le sonrió, siempre había sido su mejor amigo, algo que hacía que su corazón se entusiasmase y estremeciese a la vez.
―A ver, ¿cuál es tu problema esta vez?
―Carmen...
―Oh dios mío, otra vez no, ¿Carmen? ¿En serio?
―Me dijo el otro día que quería ir al cine conmigo y... no sé qué hacer.
―Dile que no, venga hombre la última vez se dio el lote con otro delante de ti.
―Eso no es del todo cierto...
―Yo también estaba ¿recuerdas? Por mucho que ella diga que el tío se le tiró encima no es cierto, yo la vi tonteando con el mientras no estabas.
―Pero...
―Ni peros ni manzanas, ¿la crees más a ella que a mí?
―¡Pues claro que no!
―Pues zanjado
―Eso no es lo único...
Ahora lo mira con cara de interrogación, ¿qué sería esta vez?
―El otro día en la comunión de mi prima conocí a una chica y...
―¿Y?
―Bueno... pues nos liamos en el baño y ahora se comporta como si fuéramos novios o algo parecido, no deja de llamarme y enviarme mensajes ―dice mientras le enseña el móvil, la cantidad de mensajitos en los que se despedía con un TQM o un XOXOXO era exuberante― ya no lo soporto más...
A esas alturas ella ya no se podía aguantar la risa, empezó a soltar carcajada tras carcajada mientras a él se le dibujaba la cara de poker en el rostro.
―Y tú por qué te ríes mala pécora??―dijo mientras la cogía para hacerle cosquillas y él se reía a la vez. Ella consiguió zafarse de su abrazo cosquilloso y empezó a huir mientras seguía riéndose. Él salió a correr detrás suya y acabaron tirados en un trozo de hierba del parque mientras los dos se reían a carcajadas.
―Mira que eres idiota jajaja
―Pero, ¿por qué?
―Es que te lo buscas ―ella no podía dejar de reírse ante la cómica situación, sobre todo teniendo en cuenta que con la carrera y el revolcón en la hierba el moreno tenía el pelo revuelto y lleno de palitos, y pensó en cómo estaría su larga melena pelirroja a esas alturas.
―Ayudameee ―dijo mientras se tiraba en la hierba exhausto― sabes que eres la única a la que le cuento estas cosas.
―Soy tu única amiga
―No, pero eres la única que me sabe dar buenos consejos y que me escucha... no se, contigo estas cosas salen solas...
―Que honor...
―¡En serio! Venga no seas mala y échame una manita.
―Dile que te deje en paz, que te gusta otra persona o incluso que eres gay, eso la ahuyentará.
―Pero no quiero que la gente crea que soy gay, ya bastante mal me va con las mujeres...
―Ummm pues hazla sufrir, haz todo lo que le pueda molestar y se irá alejando ella sola.
―Tampoco quiero marcarme una reputación desastrosa.
―Pues jódete, tú solito te has buscado esta situación, dile que tienes novia y que lo vuestro fue un error. Se irá llorando y tú sufrirás pero tu problema se acabará.
―Eres un demonio.
―Pero me quieres.
―Claro, pero es que yo soy masoquista. Anda levantémonos y quitémonos esas hojas del pelo antes de que alguien piense lo que no es.
―Ya te gustaría a ti ―dijo mientras le tiraba un puñado de hojas a la cara al moreno y volvía a salir huyendo.
Siguieron riéndose y molestándose el uno al otro durante horas, y ella no dejaba de pensar en eso que le rompía el corazón y encadenaba su alma mientras dejaba ver su falsa sonrisa ante su amigo, que siempre había sido cortito para esas cosas. Demasiado cortito a veces.

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